Desde hace tiempo se sabe que las personas bellas surten un efecto particular en nuestro juicio sobre ellas. Nuestro subconsciente tiende a asociar su apariencia favorable con otras características positivas, asumiendo que poseen numerosas cualidades. En psicología, esta premisa es conocida como "Todo lo que es bello es bueno". 

Por ejemplo, Walker y Frevert descubrieron que los estudiantes más atractivos tienden a ser considerados más inteligentes y competentes por sus profesores de lo que se ve reflejado en sus calificaciones. Así mismo, al comparar los ingresos de un grupo de graduados de una misma maestría en Administración de Empresas, investigadores de la Universidad de Cornellencontraron una diferencia del 10% al 15% en el salario de las personas más y menos atractivas. 

No obstante, mientras que los hombres atractivos tienden a considerarse mejores líderes, los prejuicios sobre el género pueden influir negativamente sobre las mujeres bellas. Por ejemplo,un estudio encontró que eran menos propensas a ser contratadas para trabajos de alto nivel que requieren de autoridad.  Los celos también perjudican a las personas atractivas. Investigadores alemanes descubrieron que, si eres entrevistado por una persona del mismo sexo, tus probabilidades de ser contratado disminuyen si te consideran más atractivo que ellos.

A menudo, la belleza también provoca soledad. En 1975, por ejemplo, un estudio demostró que las personas tienden a alejarse de las mujeres hermosas en las banquetas (posiblemente como símbolo de respeto), distanciando su interacción con ellas. Curiosamente, el sitio web de citasOKCupid reportó que las personas con las imágenes de perfil más bellas tienen menor probabilidad de encontrar una pareja que aquellas con fotos menos perfectas. 

Artículo publicado en: muy interesante.com